Erendira Ibarra: Hermosa, de doble filo
Posted in EntrevistasDesde el principio, su carrera ha visto la elección de papeles arriesgados en producciones vanguardistas. Saltó a la fama con la serie Las Aparicio, por la que causó furor en las redes gracias a sus escenas sensuales junto a Liz Gallardo. Ahora, el cine aguarda paciente la entrada de esta hermosa mujer. Y nosotros también.
Eréndida creció en una casa donde lo más común era estar rodeada de artistas. A las comidas familiares iban lo mismo actores, directores y escritores. Su padre es el productor Epigmenio Ibarra, quien a mediados de la década de los noventa revolucionara la televisión mexicana con series que abordaban temas que dejaban de lado los asuntos de los melodramas tradicionales. Eréndira pasaba sus veranos en los estudios Churubusco mientras su padre grababa una serie o una película. “Me pasaba los veranos sentada en las piernas de Demián Bichir”, comenta antes de soltar una carcajada, “era una niña, claro”. Eréndira estudió la carrera de actuación en el Centro de Formación Actoral (CEFAC) de TV Azteca. Sin embargo, su trabajo no sólo está en la televisión (donde, por otro lado, tiene su plataforma más sólida), sino en el cine y en el teatro. Actualmente forma parte del elenco de Apócrifos, una obra que combina una historia de amor con el drama de un secuestro en una pieza que forma parte del teatro de cámara con un espacio para 28 espectadores.
Recién terminas una película en 3D, Monstruosamente solo. Cuéntanos del proyecto.
- Es un proyecto integrado por puros chavos de 3DMX, una escuela que se especializa en animación en Guadalajara. El director y guionista es Enrique Cruz. Es una historia de amor con humor negro. El protagonista es Andrés Montiel y yo soy el catalizador para que él llegue a vivir una serie de circunstancias donde se le aparece un monstruo. Hay muchas partes de animación, hay rotoscopía, 2D, botargas con animación en tercera dimensión. El tono y el guión están hechos con un dejo de comedia romántica, tipo La Ventana de Enfrente. Se trata de una película muy hermosa que nos iluminó a muchos, nos regresó el amor por hacer cine.
Pero también has trabajado en televisión y teatro. ¿Cuál de las tres experiencias te gusta más?
- Todas me dejan una satisfacción. Todas me enamoran más de mi carrera. Pero yo inicié en la televisión y me encanta el ritmo de la televisión. Eso de tener 10 escenas que estudiar para el día siguiente, y luego 24, y tener una constancia de llegar todo los días al foro y jugar, te deja como una emoción inmediata como de sentirse bien y tener ganas de hacer más. El cine, en cambio, es más lento, hay una preparación, es un proceso, hay ensayos. Eso sí, la creación de personajes para cine y para teatro es mucho más minuciosa que para la televisión. En la tele debemos jalar mucho de nosotros mismos para crear los personajes que tenemos.
Ahora, con este shooting, ¿consideras que modelar también es una manera de actuar?
- Claro. Yo entro en personaje porque si no, no la hago. Tengo que sacar a la Eréndira Ibarra para poder funcionar en una sesión de fotos.
Vienes de una familia de artistas. Tu padre es uno de los productores más importantes de televisión y cine en nuestro país. ¿ influyó en tu decisión de incursionar en la actuación?
- Fue todo. La combinación de tener una madre cinéfila y que ama el teatro y la música y luego tener un padre que se dedica a eso era pasar el año completo yendo al teatro, al cine, a la sinfonía y viendo todo tipo de performances y que llegaran los veranos y pasarla en el foro. Es un mundo espectacular. Caminando por el foro 8 de Churubusco te enamoras. Raro sería que hubiera sido arquitecta o algo así.
¿En qué medida, ser hija de Epigmenio Ibarra, te ha ayudado o estorbado para el desarrollo de tu carrera como actriz?
- Es un arma de doble filo. Por un lado tengo oportunidades que otros no tienen, como que saliendo de la carrera haya podido trabajar en Capadocia, y hacerlo con grandes actrices. Por otro, hay mucho peso encima y cuando a veces los proyectos no salen como esperábamos, no es una desilusión personal, como actriz, sino que es una situación familiar que puede ocasionar mucha tensión en las comidas, en el ambiente general de la familia. Se vuelve muy pesado.
Has trabajado en proyectos arriesgados como Las Aparicio o Infames, ¿hay en tu futuro telenovelas rosas?
- No, para nada. Creo que se tienen que hacer historias para todos. Y todos tenemos gustos diferentes. Se pueden hacer historias rosas con buena calidad. Pero cuando dicen “esta historia de la Cenicienta nos sirve, nomás le cambiamos los nombres treinta mil veces y ya”, para mí eso no. Ese tipo de proyectos no permiten la creación de personajes. No le das nada al espectador. A lo mejor le sacas un suspiro a una señora, pero no se trata de eso, se trata de que apague la televisión y sienta bonito el resto del día.
En Las Aparicio interpretaste a una lesbiana, ¿eso supuso algún reto especial como actriz?
- Sí porque lo quería hacer de la forma más respetuosa y amorosa posible. Las mujeres lesbianas que hay en mi vida, desde que soy chavita, han sido las que han marcado mi corazón y me han ayudado a ser la mujer que soy ahora. Quería ser muy cuidadosa con la forma de interpretar, para no caer en ningún tipo de cliché. Además de que mi hermana, que es lesbiana, estaba escribiendo mi personaje y estaba basado en ella y en varias mujeres que nos rodean. Y funcionó muy bien. Creo que es lo que la gente agradeció. No hicimos un estereotipo.
¿Sabes que los videos de las escenas sensuales entre tú y Liz Gallardo son muy vistos en la red?
- Sé que hay uno muy gracioso: “Mi sexo está en fuego”. Es muy gracioso y creativo. Obviamente también le estábamos tirando a que la gente prendiera la tele por el morbo y que se quedara con la historia. Teníamos una televisora que nos estaba diciendo “hagan lo que quieran”, y eso, cuando se logra, como lo hizo TV Azteca en su momento con Argos, te da la oportunidad de hacer muchas cosas; por ejemplo, la primera boda gay en televisión abierta. Por más que otras televisoras se quieran colgar la medalla, no la tienen. Eso lo hicimos nosotros y fue una boda masiva que convocamos por las redes sociales. Por otro lado, teníamos una escena de sexo por primera vez en televisión abierta entre dos mujeres, un beso bien dado entre dos hombres por primera vez, ese tipo de cosas y eso es poder darles el respeto que se merece a la comunidad.
¿Te consideras, como tu padre, una militante de izquierda?
- Sí, pero ya me quiero separar un poco del activismo político. Ya no creo en llamarme de izquierda o de derecha. Evidentemente me inclino hacia la izquierda, mi corazón está en la izquierda, porque son los valores que comparto. Pero yo quiero centrar mi activismo en algo más social y cultural.
¿Hasta dónde llevas esa militancia?
- Evidentemente he participado en la protesta social pacífica desde siempre. Creo que mi primera marcha fue a los nueve años. Y luego con el caso de la guardería ABC nosotros también convocamos y organizamos una marcha. Cuando he sentido la necesidad de levantar la voz, lo he hecho, sin importar a quién voy a pisar y si les caigo mal.
Siendo una mujer tan joven, guapa y exitosa, ¿se lleva bien estar casada?
- Sí, yo lo llevo muy bien, creo.
¿No te tienta la soltería?
- No, ¡ay, no! Yo sufrí mucho la soltería. Siento como si me hubieran quitado un peso de encima. Volteo y estoy en casa y cuando veo los ojos de mi esposo no necesito más. Para mí es poder llegar a un espacio con más libertad. Yo estoy feliz. La verdad es que creo que nunca me he divertido tanto como me divierto con mi esposo. Tengo la mejor relación que vamos construyendo día a día.
Imagina un día sin llamados, sin shootings, sin entrevistas, ¿qué haces?
- Me quedo en casa. Me gusta estar en mi casa. A veces mi esposo se toma el día libre cuando yo descanso. Cuando tengo la oportunidad de descansar, él también descansa. Tenemos una hamaca y nos pasamos el día entero acostados.
¿Cuál es tu viaje perfecto con tu pareja?
- Ir a la playa, a cualquier playa, de preferencia una oaxaqueña. Tengo mis playas preferidas en Oaxaca, a las que voy desde que soy muy chavita. Para mí es el agua perfecta, la arena perfecta, la comida perfecta. Es donde estoy feliz.
¿En qué etapa de tu carrera como actriz te encuentras?
- Hasta cierto punto siento que estoy en una encrucijada. Llega un punto en que tienes que decidir hacia dónde vas a llevar tu carrera. Y si te vas por un lado más comercial, pues obvio la gente va a comprar tus revistas, te van a ver más, tienes una exposición más popular. Por otro lado, tienes como la integridad muy fuerte de tus proyectos. Estoy como en ese momento en que estoy buscando un punto intermedio.
Es más complicado llevar una carrera navegando entre dos aguas.
- Así es. Por un lado, un bando no te ve bien si haces otro tipo de cosas y, por el otro lado, quieren que te quedes ahí. Entonces, sí me está costando trabajo, pero voy a tratar de buscar ese punto intermedio y si no se puede, siempre voy a preferir mantener la integridad de mis proyectos.
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